El Partido Popular ha acusado al equipo de Gobierno de “retrasar deliberadamente la recepción de las obras de la piscina municipal”. Según el concejal Miguel González, “las obras están terminadas desde hace tiempo y están engañando a los ciudadanos”, ha asegurado. “Estamos ante una maniobra burda que persigue esperar a tener listos los pliegos y hacer coincidir la recepción de las obras con el inicio de la licitación”. De esta manera, según el concejal “evitarían las críticas merecidas y justificadas de una ciudadanía que ve que la obra está terminada y sigue sin poder usar la piscina desde su cierre en el año 2015. Por este motivo ha anunciado la presentación de una moción para que se realice una auditoría de los trabajos y se determine “el por qué de este fraude a los ciudadanos”.
El concejal ha recordado que la empresa adjudicataria de los trabajos ya anunció su intención de entregar las obras hace diez meses. “En octubre de 2021 la empresa GICSA presentó un escrito comunicando que el 12 de noviembre las obras de la piscina estarían finalizadas y pedía que se hiciese la recepción de las obras”. Dicho escrito quedó sin respuesta y obligó a la empresa a remitir otro escrito con fecha de registro 30 de diciembre de 2021. El equipo de Gobierno sólo dio acuse de recibo el 21 de marzo de este año, “en un escrito firmado por los arquitectos y el concejal de Obras Pedro Diego, que incluye un informe de finalización de obras donde se detallan los elementos que aún quedan pendientes”. Entre ellos, se citan los equipos de análisis y control, por importe de 10.500 euros, y un generador de hipocloritos, por importe de 14.817 euros, que ya habían sido pagados por el Ayuntamiento en una recepción parcial acaecida en abril de 2021. Ello junto a otros defectos menores que llevaron al concejal de Obras, Pedro Diego, a señalar en el pleno del mes de marzo que “las obras de la piscina estarán recepcionadas antes de la siguiente sesión plenaria”, que tuvo lugar en mayo.
“O mintió entonces, o lo hacen ahora, cuando siguen sin recepcionar las obras pese a que ellos conocían las deficiencias, las calificaron como menores y cifraron su arreglo en apenas dos meses”. “La realidad es que desde marzo hasta septiembre han pasado seis meses y las obras están sin recepcionar. Ello sólo puede deber a dos causas. O es un retraso deliberado e injustificado. O ha surgido algún incidente del que no han dado cuenta, lo cual sería aún más grave”, señala Miguel González.
En su opinión, la hipótesis del retraso deliberado es la más factible. “No han hecho los deberes. Llevan tres años con la obra y no han sido capaces de tener a punto los pliegos. Saben que desde el momento en el que hagan la recepción de la obra, los usuarios van a exigir que la piscina ya terminada abra sus puertas. Y alargan fraudulentamente la recepción de la obra hasta poder iniciar la adjudicación del servicio. Lo grave es que a estas alturas los pliegos no están terminados. Y por eso están ganando tiempo”.
Además, Miguel González ha advertido que “vamos a mirar con lupa todo el expediente. Nos parece gravísimo que en abril de 2021 se recepcionen parcialmente los trabajos y se detallen unos equipos que luego ha utilizado el concejal de Obras para justiticar un año después la no receptividad de la obra. Están rozando el fraude de ley”, ha subrayado. Finalmente, ha denunciado “la nefasta gestión del equipo de Gobierno en este tema. Si naufragan en una piscina, cómo vamos a confiar en que sean capaces de hacer un presupuesto o aprobar un Plan General de Ordenación Urbana”, ha concluido.