TEXTO DE LA RUEDA DE PRENSA:
Hace un año justamente ahora, les convocaba, como portavoz de Medio Ambiente del PP, para denunciar la desidia y pereza del Gobierno de Cantabria y más concretamente, del señor consejero, Francisco Martín, en el desarrollo de leyes fundamentales para la preservación de nuestro medio ambiente, y les ponía como ejemplo la de Contaminación Lumínica; Reglamento que hace un año acumulaba ya un retraso en su aprobación, respecto a lo que la propia ley obligaba al Gobierno de un año.
Pues bien, un año después, el Reglamento sigue sin aprobarse; con lo cual acumula un retraso de dos años en el caso de la ley de Contaminación Lumínica, ley aprobada en la pasada legislatura por el Parlamento de Cantabria, concretamente en el año 2006.
Pero es que respecto del desarrollo de la Ley de Contaminación Lumínica, en este año ha pasado algo de gran importancia democrática, que al incumplimiento legal por parte del Gobierno de aprobar el desarrollo normativo a través de reglamento, se añade un incumplimiento de Mandato Parlamentario por unanimidad del Pleno de la Cámara, que entendemos en el Partido Popular, no solo preocupante, sino que deja clara muestra de las pocas ganas de trabajar de un Gobierno anquilosado, cuya máxima es la pereza, la desidia y la indolencia.
En el mes de octubre de 2008, concretamente el día 27, el Partido Popular presenta una proposición no de ley instando al Gobierno a la aprobación en el plazo de 3 meses del desarrollo reglamentario de la Ley de Contaminación Lumínica. El PSOE y el Prc presentan una enmienda a esa propuesta, cambiando ese plazo de 3 meses por un plazo de 6 meses; y esa propuesta es aprobada por unanimidad; todos los portavoces en aquel pleno, incluso prc y PSOE reconocen el restraso y todos entendemos como necesaria la aprobación de ese reglamento, que Cantabria cuente en el año 2009 con un reglamento de contaminación lumínica.
Pues bien, pasaron los 6 meses de plazo que el Parlamento Otorgó al Gobierno para aprobar el reglamento de Desarrollo de la ley de prevención de Contaminación Lumínica, plazo agotado el mes de abril pasado y a día de hoy, no se ha aprobado el Reglamento. Con lo cual, al incumplimiento de un mandato legal por parte del Gobierno, plazo que ellos mismos se pusieron, se suma el incumplimiento del mandato parlamentario, el incumplimiento de lo que los representantes del pueblo de Cantabria exigimos al Gobierno.
Lo cual deja clara muestra de la falta de respeto del Gobierno a la institución parlamentaria, de lo poco que le importa al Gobierno lo que este Parlamento diga o apruebe, y la evidencia en la que han dejado al Prc y PSOE, quienes tienen obligación de cumplir con lo que este parlamento exige.
Entendemos que la actitud del Gobierno de Cantabria, y concretamente del Consejero de Medio ambiente es de una indolencia manifiesta, más preocupado de viajar por Cantabria, de hacer visitas de bar en bar municipio por municipio, para comprobar el cumplimiento del Plan de Ahorro de Agua, de conferencia en conferencia, antes que gestionar y poner en marcha los instrumentos necesarios para preservar nuestro medio ambiente y prevenir la contaminación lumínica y la eficiencia energética en nuestra CCAA.
Un Gobierno y un Consejero a los que se les llena la boca en la lucha contra el cambio climático, y cuando acudimos a los hechos son capaces de que tres años después de aprobada una Ley por el Parlamento ésta no se puede poner en ejecución porque han sido incapaces de aprobar su reglamento de desarrollo. Nada importa el trabajo de técnicos, de este Parlamento para aprobar las leyes que cuando es al Gobierno a quien le toca trabajar demuestra su más profunda desidida y pereza.
Miren, los cántabros no se merecen un Gobierno perezoso, los cántabros no necesitan a un consejero de medio ambiente ocioso, necesitamos gestores que pongan en marcha herramientas para la preservación de nuestro entorno y el cumplimiento de las normas regionales, nacionales y europeas.
Hemos perdido dos años de poner en marcha instrumentos que nos permitan llegar a ese reto de reducción de la contaminación y de reducir el consumo de energía eléctrica en ese 20 % que determina la UE y la eficiencia energética
Hemos perdido dos años de poner en marcha instrumentos que nos permitan preservar nuestro cielo nocturno y todavía nadie nos ha dado una sola razón de sus incumplimientos.
Es curioso, ver como, la consejería de medio ambiente ha ido perdiendo desde que la izquierda llegó al Gobierno de Cantabria no solo competencias, sino su razón de ser, en la misma proporción que van perdiendo votos los socialistas de Cantabria, perdió biodiversidad, parques nacionales, perdió las evalucaciones de impacto ambiental, que curiosamente no solo pasaron a manos del Consejero de Urbanismo, sino en manos del PRC, y cómo a pesar de las pocas competencias que a día de hoy tiene esta consejería, su titular, el señor Martín, sigue sin ponerse manos a la obra y sigue incumpliendo las obligaciones parlamentarias y legales que tiene..
Eso la consejería, porque su titular, el señor Martín, ha demostrado en estos dos años ser un perfecto conferenciante, moterio y la última, pregonero, pero lo que demuestra día a día que para lo que no sirve es para ser Consejero.
Miren se puede permitir un retraso por motivos diferentes, pero lo que los cántabros no pueden soportar más es la indolencia de un Gobierno y un Consejero que no está para lo que tiene que estar.
En política no todo vale, y estamos comprobando que para el que todo vale es para el Gobierno Regional; aquí la responsabilidad democrática y política no se puede exigir, solo se puede exigir, según socialistas y regionalistas todo lo que sea ilegal y por vía judicial, y en esto no estamos de acuerdo en el PP, porque el incumplimiento del mandato parlamentario es un ataque a la democracia y hay que exigir responsabilidad, y en este caso, la indolencia del Consejero de Medio Ambiente no puede quedar absuelta políticamente.
Fue una acción voluntaria en palabras del propio ex consejero de medio ambiente, el no regular por ley cosas tan importantes para la prevención de la contaminación lumínica como la zonificación y el nivel lumínico de referencias, la reglamentación técnica aplicables, las características fotométricas y el régimen horario del alumbrado,
Un reglamento que en palabras del ex consejero de medio ambiente el señor ortega ya estaba en el horno, y que tres años después de la aprobación de la ley debe estar chamuscado; y un reglamento básico para establecer las bases en nuestra CCAA de prevención de la contaminación lumínica par que los ayuntamientos puedan aprobar sus ordenanzas de regulación de las luminarias y alumbrados tanto públicos como privados.
Se ha equivocado de puesto, tiene que estar aquí para gestionar y no para viajar, no para volar el territorio; lleva dos semanas de viaje municipio por municipio, de bar en bar visitando los establecimientos de hostelería adheridos al plan de ahorro del agua cuando todavía tiene asignaturas muy pendientes para poner en marcha instrumentos tendentes que nos permitan llegar a 20 % de ahorro de consumo de energía.
La Ley de prevención de la contaminación lumínica tiene por objeto regular las instalaciones y aparatos de iluminación para prevenir y, en su caso, corregir la contaminación lumínica en el territorio de la Comunidad Autónoma de Cantabria,. así como promover la eficiencia y ahorro energético de los sistemas de iluminación,
Pues bien, esta ley que tiene Preámbulo, más 5 capitulos y la parte dispositiva, lo único que está en ejecución son dos artículos del Preámbulo, en los que se describen los conceptos, de sus 23 artículos, más de 20 no se pueden ejecutar porque su ejecución se derivó o condicionó a la aprobación de reglamento, a pesar de que el PP ya lo advirtió en el 2006 y el tiempo nos ha dado la razón.
Por ello, pedimos al Gobierno y al Consejero de Medio Ambiente, que abandone la indolencia y la pereza, se ponga a trabajar, cumpla con el mandato legal y el mandato parlamentario, por respeto a la institución parlamentaria y a la democracia. Porque a día de hoy ni ha cumplido ni ha dado explicaciones de su incumplimiento.