TEXTO DE LA RUEDA DE PRENSA:
El Partido Popular defenderá el próximo lunes en el Parlamento una PNL, con la que se pretende que los representantes d los ciudadanos de Cantabria muestren su rechazo a la congelación de las pensiones e insten al gobierno de Rodríguez Zapatero a eliminar esta congelación y a convocar el Pacto de Toledo de modo urgente, que es el marco en el que se deben tomar, por parte de todos los grupos políticos, las medidas y reformas necesarias para garantizar la viabilidad y el futuro de nuestro sistema de Seguridad Social.
Nosotros consideramos que la congelación de las pensiones no es una medida que pueda tomarse unilateralmente por el gobierno a través de un decretazo, ya que lesionan injusta e injustificadamente a más de 5 millones de pensionistas y rompen uno de los mayores logros de nuestra democracia, como es el citado Pacto de Toledo.
Un Pacto de Estado que se alcanzó hace 15 años entre todas las fuerzas políticas parlamentarias.
Nuestro Partido quiere que todas las instituciones, municipales y autonómicas, se posiciones contra esta medida del gobierno, una medida injusta, antisocial, y que hace recaer los costes de la crisis, y del recorte del déficit público, precisamente en las personas con menos recursos atentando contra sus derechos.
Desde el Partido Popular hemos propuesto otras medidas de reducción del déficit público, en materia de austeridad y reestructuración de la administraciones.
El gasto público incontrolado es el que ha llevado a España a una situación muy grave.
Si se hubiesen efectuado políticas de contención del gasto en los últimos ejercicios, tal y como venimos demandando desde nuestro Partido, ahora no habría que acudir a medidas injustas, insolidarias, que además han sido improvisadas ante las exigencias de otros países y organismos internacionales.
Lo mismo llevamos exigiendo durante más de dos años al gobierno del Sr. Revilla, que, al igual que el gobierno de Zapatero ha impuesto un Plan de Reequilibrio financiero que carga la reducción del déficit sobre las prestaciones sociales, sobre las madres, sobres las personas dependientes, sobre los empleados públicos y sobre los pensionistas, mientras que deja ntacta a la propia administración que sigue instalada en una política de gasto absolutamente inaceptable.
Insisto en la importancia de recortar el déficit público, porque de lo contrario la situación de las cuentas del gobierno de Cantabria será insostenible en un corto plazo.
Ayer Zapatero se ha quedado patéticamente sólo en la aprobación de un paquete de medidas que es injusto, que es escasamente efectivo y que puede tener mucho efectos contraproducentes para la economía española.
La deriva de este gobierno, su incompetencia absoluta, su improvisación y la enorme incertidumbre que genera con mensajes cruzados y contradictorios, nos obliga a exigir una corrección de los abusos que acaban de anunciarse por la vía del decretazo.
Y de todas esas medidas, la más sangrante porque afecta a un colectivo muy amplio y con recursos más limitados, es la no revalorización de las pensiones.
Recordarán ustedes que el gobierno del Partido Popular fue quien aprobó la ley que obliga a la revalorización automática de las pensiones en función del incremento del IPC.
Esta medida es un importante logro social, pues se trata de la única forma de garantizar el poder adquisitivo de las personas que sólo disponen de tal recurso para su subsistencia.
La congelación de las pensiones es el mayor atentado contra los derechos sociales que se ha producido en la historia democrática, y nuestro partido se opone frontalmente.
Pero nuestra oposición es aún mayor cuando se ha tomado como primera medida de reducción del déficit, y, sin embargo, se mantienen políticas de gasto que son absolutamente prescindibles.
Estas políticas que atentan contra los más débiles y mantienen los privilegios de las administraciones y quienes las gestionan son la seña de identidad del gobierno socialista, tanto en España, como en el gobierno socialista de Revilla.
Cuyo Consejero de Economía ha presentado un plan de reequilibrio con la misma filosofía: recorte de derechos sociales, pero mantenimiento del gasto de las administraciones, sin verdaderas políticas de austeridad.
Zapatero ha elegido el camino más fácil y el más injusto: cargar la crisis contra quienes no tienen posibilidad de reacción: pensionistas, madres y empleados públicos (pero no a todos los empleados públicos, ya que las empresas públicas no se ven afectadas por los recortes).
Revilla, con su Consejero Agudo, han metido la tijera contra las madres, contra las personas dependientes, contra las familias, pero no la han metido contra los gastos de la administración y mucho menos contra las empresas públicas.
Esa es la forma de atajar la grave crisis por parte de la izquierda de Zapatero y de Revilla: recorte de políticas sociales en Cantabria, y en España.
A la par que mantienen las políticas de gasto en la administración o las subvenciones a toda la red clientelar en España, y lo mismo ocurre en Cantabria.
Hay desde luego una plena sintonía ideológica entre ambos gobiernos, y sus efectos van a ser igualmente injustos para España y para Cantabria.
Ya denunció Mariano Rajoy ayer mismo que con los 13.000 millones que se despilfarraron con el PlanE, sin crear ni un solo puesto de trabajo estable, como avisamos en su día, no habría hecho falta quitar ahora el dinero a los funcionarios, a los pensionistas o a las personas dependientes.
Y si en Cantabria se hubiesen cumplido los compromisos del gobierno socialista, como el reintegro de los 200 millones de la autovía del agua, los 150 de Valdecilla, que estamos pagando los cántabros de forma exclusiva, los 46 M€ de proyectos como GFB, y otros tantos proyectos faraónicos de dudosa utilidad, hoy no habría que quitar el cheque a las madres, ni habría que subir el copago a las personas dependientes, ni habría que recortar el gasto farmacéutico, ni deteriorar la calidad asistencial de nuestra sanidad pública.
Por eso, nuestro Partido va a intentar que el Parlamento de Cantabria inste a nuestro gobierno a exigir al gobierno de Zapatero la retirada de la medida de congelación de las pensiones, y esperamos que no vuelva a ocurrir lo que viene ocurriendo siempre: que regionalistas y socialistas unan sus votos contra los derechos sociales de los ciudadanos para salvaguardar sus intereses partidistas y para demostrar su obediencia al gobierno de zapatero y su decretazo.