Partido Popular en Cantabria

La premisa estaba clara: aprobar como fuera, el Plan General de Ordenación Urbana en el Pleno del martes 10 de agosto, después del intento fallido de dos semanas antes, donde no pudieron aprobarlo porque faltaba gran parte de la documentación. No descubro nada nuevo al recordar que el nerviosismo por la aprobación de este instrumento necesario para poder cometer determinadas tropelías urbanísticas, ha ido creciendo, a medida que el paso de los años, nos ha ido acercando al final de la legislatura.

"Las elecciones están a la vuelta de la esquina y les quedan sólo nueve meses para poner en marcha algunas de las promesas urbanísticas, que permitirían a determinados ediles abandonar el Consistorio con los bolsillos llenos". Semejantes opiniones son las comentan muchos vecinos de Medio Cudeyo que ven como las fincas de determinados promotores reciben una calificación urbanística privilegiada , mientras ellos llevan años luchando para que sus hijos se pueda hacer una casuca en su pueblo y el Plan que quieren aprobar no lo permite.

Efectivamente, el Pleno puso de manifiesto un clima de tensión propio de las películas de la mafia: informes preceptivos inexistentes, explicaciones balbucientes, recesos para elaborar informes, borradores intermedios como señuelo, respuestas sin sentido del concejal de urbanismo que no sabía contestar a lo que se le preguntaba... y un final apoteósico, con el edil en cuestión fuera de sí, abalanzándose hacia quien suscribe con la intención de hacerse con el borrador previamente entregado. Y como colofón al espectáculo del Pleno, la traca final la disparó el Alcalde al más puro estilo barriobajero, insultando en el pasillo a un compañero de partido que también ha denunciado los desmanes urbanísticos que se están cometiendo en nuestro Ayuntamiento. Los nervios traicionaron a quienes se juegan algo más que la aprobación de un Plan General de Ordenación Urbana.

Y así fue como los asistentes al Pleno pudieron presenciar todo un elenco de lo que nunca debiera producirse en política, pero que lamentablemente sucede, tal vez porque, al final... nunca pasa nada, y los abusos se acaban cometiendo cuando se trata de gobernantes sin escrúpulos. Por ello pretendo con estas líneas dar a conocer únicamente los hechos manifiestos, los inopinables, los que evidencian la irregularidad jurídica de unas actuaciones viciadas de nulidad:

Primero.- Parte de la documentación, que debe formar parte del expediente desde la convocatoria del Pleno, no estaba en el momento de su celebración, ni pasó por la Comisión previa al Pleno, como es preceptivo.

Segundo.-El concejal de urbanismo, pretendió, sobre la marcha, modificar el contenido de determinadas respuestas a las alegaciones vecinales, tratando de enmascarar el desaguisado como "aclaraciones", y retirándolas finalmente, al vislumbrar que podían hacer peligrar la aprobación del PGOU.

Tercero.- El informe preceptivo de legalidad que debe elaborar el secretario municipal para someter a aprobación el Plan no estaba emitido, y cuando esta portavoz solicitó su lectura, se le entregó un borrador sin fecha, ni firma. Y claro, viendo de nuevo en peligro la aprobación del PGOU, el Alcalde, a la desesperada, instó la paralización temporal del Pleno, para que el informe en cuestión pudiera ser aportado. Tras casi media hora de receso, se nos entrega un informe, cuyo contenido era distinto del famoso borrador, por lo que el concejal de urbanismo intentó recuperarlo a toda costa, al final del Pleno, mientras su compañero, el Sr. Maza, cariacontecido e impotente, gritaba "al juzgado, al juzgado".

Cuarto.- El secretario municipal no dio respuesta a ninguna de las cuestiones formales de legalidad que esta portavoz popular planteó antes de entrar en las consideraciones de fondo.

Quinto.- El Alcalde se afanó en impedir el debate cara a cara, instándonos a concentrar preguntas y respuestas para pasar de puntillas por los temas de gran calado para nuestro municipio. Mientras el concejal de urbanismo, perdido en medio de los planos y los informes, trató de escurrir el bulto, contestando a la mitad de las cuestiones planteadas, obviando preguntas tan directas como el motivo por el que sus fincas se habían convertido de repente, en este último texto, en suelo urbano no consolidado de actuación prioritaria.

En fin, no puedo terminar sin mencionar la única intervención del portavoz socialista, compañero de gobierno de los regionalistas. Los socialistas fueron los convidados de piedra en este banquete, sólo preocupados en abrirle los planos al perdido edil regionalista, limitándose a manifestar que "si el Plan está mal, ya nos lo devolverán".

Ahora la pelota está en el tejado de la Comisión Regional de Ordenación del Territorio y Urbanismo, en cuyos técnicos confiamos, y esperamos corrijan las irregularidades y los abusos de este Plan que permite sacar tajada descaradamente a algunos, al tiempo que genera grandes perjuicios personales a muchos de nuestros vecinos.