8,jun,´05.- El senador del Partido Popular por la Comunidad Autónoma de Cantabria, Gonzalo Piñeiro, llevó hoy al pleno de la Cámara Alta la problemática de la anchoa y exigió al Gobierno que mantuviera una posición de firmeza negociadora, en defensa de los intereses de los pescadores afectados, sus familias y los sectores relacionados, tanto ante el Gobierno francés como ante las instituciones comunitarias.
Piñeiro, que debatió con la ministra de Agricultura, Ganadería y Pesca, Elena Espinosa, esta mañana en la sesión de control al Gobierno, explicó que el problema afecta a 250 barcos, 3.000 personas del sector extractor y otras 2.000, sólo en Cantabria, del sector transformador, mayoritariamente mujeres. Un buen número de familias que, dijo, esperan una respuesta del Gobierno a su situación, porque muchas de ellas, las del sector extractor, no cobran un solo euro desde el mes de noviembre del año pasado.
Pese a las recomendaciones de organismos internacionales y la parada biológica en España, Piñeiro denunció que ?seguimos sin saber qué va a hacer Francia, mientras sus pescadores dicen que su costera está abierta y siguen pescando, incluso los fines de semana?.
El senador cántabro recordó que la Comisión Europea no ha declarado una veda. ?Es necesario ?reclamó- que ustedes adopten una postura reivindicativa ante Francia y ante la UE, con firmeza, haciéndose oír?.
En este sentido, denunció la paradoja que se está produciendo entre España y Francia, ya que mientras nuestro país tiene el 90 % del Total Admisible de Capturas (TAC), hace una parada biológica, y el país vecino, que tiene el 10% de la TAC, sigue faenando y ni siquiera acude en Bruselas a las reuniones.
Por todo ello, Piñeiro ofreció al Gobierno el apoyo del PP, ?siempre que sean reivindicativos y consigan la veda. Si se cierra, tiene que ser para todos, porque el talante no es decir a todo que sí, sino decir de vez en cuando ?hasta aquí hemos llegado??.
Por último, el senador Piñeiro exigió a la ministra que las ayudas económicas a armadores y pescadores sean abonadas con carácter de urgencia y que se abra una nueva línea de ayudas para las miles de personas que trabajan en la transformación, ya que se han visto gravemente perjudicadas por la crisis de las capturas.