28, sep, ´05.- ?Revilla y Gorostiaga cercenan el derecho de los padres a elegir centro educativo para sus hijos?. Así resume José Antonio Cagigas, diputado del Partido Popular (PP) en el Parlamento de Cantabria, la situación que se ha creado en Comillas en relación con seis familias a quienes se les ha negado la posibilidad de matricular a sus hijos en el Instituto de Educación Secundaria ?Valle del Saja?, de Cabezón de la Sal, pese a existir plazas vacantes.
José Antonio Cagigas se ha reunido con los padres y madres de estos seis alumnos y les ha mostrado el total apoyo del PP a sus reivindicaciones, por entender que ?tienen derecho a verlas atendidas?. Asimismo, el diputado regional del PP se ha comprometido a presentar dos preguntas parlamentarias, y ambas han sido registradas en la mañana de hoy, miércoles. El objetivo de las mismas es saber si ?¿cree el Gobierno que es necesario respetar la elección de centro si existen plazas vacantes?? y también ?¿por qué no se permite a las familias de Comillas elegir el centro de Secundaria que crean más conveniente para la formación de sus hijos??.
Según afirma el diputado regional del PP ?existen plazas, existen profesores y, sin embargo, a esas familias no se les permite elegir el centro educativo que desean para sus hijos?. Por ello, considera que el Gobierno Regional ?no está respetando el artículo 27 de la Constitución, que consagra el derecho de los padres a elegir el centro que desean para sus hijos?.
?Los socialistas no creen en la libertad de elección y el señor Revilla lo consiente -afirma José Antonio Cagigas-, eso sí, la quieren para escoger el centro educativo para sus hijos?.
?En su afán de intervenir en todo, los socialistas quieren también planificar la vida de todas las familias?, concluye el parlamentario regional del PP, José Antonio Cagigas.
Las familias afectadas por la polémica son seis, y todas ellas tienen su residencia en Comillas. Inicialmente, sus solicitudes para ingresar en el IES Valle del Saja, de Cabezón de la Sal, no fueron admitidas por haberse cubierto la previsión, que constistía en formar tres grupos de 25 alumnos cada uno. Sin embargo, finalmente se han formado cuatro grupos, tres de ellos con 18 alumnos y uno más con 20. Por tanto, el malestar de los padres obedece a que no comprenden cuál es la razón que les impide matricular a los seis alumnos, cuando existen plazas libres para hacerlo, de acuerdo con la nueva organización de los grupos y las aulas.