Partido Popular en Cantabria

La última vez que intervine en la tribuna de oradores del Parlamento de Cantabria, fue para debatir sobre una moción de ganadería. Al volver al escaño, una diputada regionalista, quizá la menos preparada de todo el hemiciclo, exclamó: "A ver si le lleváis al logopeda".

Obviamente, la diputada regionalista quería decir que yo era mal orador, y ya de paso que yo lo oyese, y me sintiera avergonzado por ello.

Y tenía razón. Ni soy un gran orador ni vocalizo bien.

Pero si tengo otras cualidades. Soy veterinario. Soy el colegiado 483 del Ilustre Colegio de Veterinarios de Cantabria, con ejercicio profesional en Castro Urdiales, dedicándome a la clínica de grandes animales desde el año 1991.

En la actualidad sigo dedicándome a la veterinaria, pagando mi cuota de autónomo como toda mi vida.

Es decir, compagino mi trabajo como veterinario rural, con la actividad parlamentaria.

La semana pasada, tras hacer un parto a una vaca, me decían entre bromas mis amigos ganaderos, "nunca habíamos visto a un diputado con katiuskas".

Al volver hacia casa, reflexioné sobre ambas cuestiones. Esa era la diferencia con esa y otros diputados, que estos días hablan, y hablan, y opinan, y opinan sobre animales y sus enfermedades.

La diferencia es quién se pone las katiuskas.

Estos días, he podido comprobar como dos diputados, Fernando Fernández, del PRC, y la socialista Ana Isabel Méndez, han dado conferencias a los medios de comunicación sobre Brucelosis, su transmisión, la evolución de la enfermedad...

Han llegado a decir que se habían bajado las medidas de control epidemiológico. Se ha llegado a decir que no había veterinarios por los puertos y terrenos comunales y pastos de Cantabria en general, por los recortes presupuestarios del Gobierno, y que, por eso, no vieron abortar las vacas...Y así día tras día.

Pues bien, yo pretendo dar una visión desde el punto de vista de un veterinario, es decir, el punto de vista de un profesional de la sanidad animal con más de veinte años de experiencia.

¿Por qué surge el rebrote de brucelosis? Porque en Cantabria no está erradicada, está controlada la enfermedad, pero con unas tasas de prevalencia bastante superiores a la media nacional. Y todos los años, hay algún rebrote, y hay que sacrificar animales.

Este año, ese rebrote de brucelosis afecta mayoritariamente a animales que compartían un pasto comunal, de ahí que haya sido más llamativo. Sin embargo, en todo el año 2012, la tasa de prevalencia de la brucelosis bovina en Cantabria, descendió con respecto al año 2011 (aun contando este rebrote de diciembre).

¿Es probable que se convierta en epidemia, y afecte a muchos otros municipios? No es probable, es casi imposible, por la forma de transmitirse de la enfermedad, y por las rápidas medidas adoptadas por la Consejería.

En los análisis realizados a todas las reses de esos municipios, en este mes de enero, de un total de 3.450 análisis, aparecían tres reses con serología positiva, y además con tasas de anticuerpos bajas, lo cual entra dentro de lo normal en esa zona.

¿La calidad de la carne de Cantabria puede verse afectada? No, rotundamente no.

Los animales que van al matadero en España, son inspeccionados por veterinarios especialistas, y es imposible que una canal no apta para el consumo, llegue al consumidor. Los animales positivos de Brucelosis, son animales sin síntomas clínicos y absolutamente aptos para su consumo. Igual que se hace en el resto de España y de Europa, siguiendo criterios científicos, donde siempre prima la seguridad alimentaria.

¿Ha silenciado el rebrote de brucelosis la Consejería? No. Rotundamente no.

La Consejería se entera de la situación de esa enfermedad, al hacerse las analíticas. No hay otra forma de saber si hay positivos de brucelosis, salvo que se hagan extracciones de sangre y se analicen. Esto se hace dos veces al año. Y es en la campaña de diciembre cuando salen las analíticas positivas.

En conclusión:

En una situación epidemiológica normal, con una tasa de prevalencia normal, ha aparecido una incidencia.

Se han tomado las medidas de control que marca el Plan Nacional para la erradicación de la Brucelosis. Y nada más.

Pero... unos políticos sin ningún conocimiento y con muy pocos escrúpulos, han generado una alarma social que ha hecho más daño a nuestros ganaderos y al sector en general que el rebrote de brucelosis.

Las patadas al Gobierno, se las han dado en el culo de los ganaderos. La señora Méndez ha llegado a contar dos veces, una cada semana, las tres últimas serologías, es decir, bien por su absoluta ignorancia o por hacer daño, es capaz de falsificar los datos. Triste.

Por eso, la política esta tan bien considerada en nuestro país.

Tribuna de opinión publicada el 1 de febrero de 2013 en El Diario Montañés