Partido Popular en Cantabria

Nadie pone en duda que el año 2013 ha sido mejor que el 2012 y prácticamente todos los analistas y organismos económicos coinciden en afirmar que 2014 será el año de la recuperación económica y de la creación de empleo.

Sin embargo para consolidar el cambio de tendencia en nuestra economía es necesario seguir trabajando y perseverar en las reformas estructurales que se han puesto en marcha por los gobiernos del Partido Popular, porque ésta es la fórmula que nos permitirá salir de la crisis en 2014.

Existe aún un largo camino para conseguir que las familias españolas perciban claramente esos indicios de recuperación que se manifiestan a nivel macroeconómico, mejorando el consumo y la inversión que nos permitirán abandonar definitivamente la larga y profunda crisis económica.

Es por ello que los gobiernos del Partido Popular afrontan un 2014 en el que se deberán aprobar reformas de calado que permitan consolidar la recuperación: la reforma fiscal y la reordenación de la financiación autonómica y local, junto a un impulso definitivo a la reforma de las Administraciones Públicas, serán sin duda algunas de las más relevantes que se tramitarán próximamente en las Cortes Generales.

Se han dado ya algunos pasos en esta dirección. La Reforma Local, aprobada en la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local el pasado mes de diciembre, fortalece el municipalismo, cuya razón de ser es dar servicio a los ciudadanos con las máximas garantías de calidad en los servicios públicos.

Es necesario precisar respecto a esta reforma que, una vez más, desde el PSOE se está generando confusión entre los ciudadanos cuando se dice que la reforma supondrá la desaparición de Ayuntamientos o la eliminación de servicios públicos a los ciudadanos. El objetivo de la Ley es justo el contrario, porque esta ley garantiza el mantenimiento de los servicios públicos esenciales, al garantizar al 100% su financiación.

Se están diciendo muchas falsedades respecto a esta reforma, pues no se deja sin competencia a los municipios de menos de 20.000 habitantes; no se obliga a la fusión de municipios; no se eliminan las mancomunidades ni las entidades locales menores; no se fija un coste estándar de los servicios; no es fruto de la imposición del Partido Popular sino de la participación de todas las instituciones; el Proyecto de Ley no es inconstitucional, lo avala el Consejo de Estado; no se obliga a los municipios a ceder sus competencias a las Diputaciones...

La reforma era necesaria y es municipalista aunque se empeñen en decir lo contrario.

El PSOE, con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, se pasó años prometiendo una reforma local que nunca fue capaz de afrontar. Como siempre, sin ambición para solventar los problemas de los ciudadanos, no supieron aprovechar su oportunidad de legislar, dejaron pasar su tiempo.

Por el contrario esta reforma fortalece el municipalismo y es un importante avance en la línea que se ha reclamado siempre. Se clarifican competencias entre comunidades autónomas y entes locales (una reivindicación histórica del municipalismo); elimina las competencias impropias que han sido en muchos casos la ruina para muchos ayuntamientos; y sobre todo garantiza la financiación de los servicios prestados al 100%. Se garantiza el pago y la estabilidad en los convenios que firmen los municipios con otras administraciones públicas, fundamentalmente con la Administración autonómica.

Era necesario clarificar las competencias de los municipios y asegurar su financiación para que los servicios que prestan lo hagan con las mayores garantías de calidad y eficiencia para los ciudadanos. El Gobierno de Mariano Rajoy ha afrontado con decisión una reforma que era necesaria y que se completará con una reforma de la financiación autonómica y local, porque para hacer política social hay que tener el dinero necesario para poder pagar los servicios.

El PSOE, en ocho años, no hizo nada por los ayuntamientos, sino engañarlos en los Presupuestos Generales del Estado (PGE), en las liquidaciones y con los planes E, que fueron un auténtico derroche económico reconocido por todas las instituciones y que no sirvieron para reactivar la economía.

Hubiera sido deseable que en el trámite de esta Ley en el Congreso, el Grupo parlamentario Socialista hubiera aportado alguna propuesta, pero la única enmienda que ha presentado ha sido de supresión, lo que condenaría a los Ayuntamientos a la ruina económica y a los ciudadanos a unos servicios públicos insostenibles por falta de financiación.

La reforma local del Gobierno apuesta por unos servicios municipales que tengan su financiación garantizada y avanza, sin duda, en la buena dirección.

Tribuna de opinión publicada el 11 de enero de 2014 en El Diario Montañés