Partido Popular en Cantabria

Es cierto que el primario suele ser un sector refugio cuando la economía no atraviesa por sus mejores momentos. Incluso ahora, cuando las políticas impulsadas desde el Gobierno del PP han logrado lo que hasta hace tres años parecía imposible: decir adiós a la recesión, eliminar el fantasma de la intervención, sanear una Administración pública desvencijada, y afrontar la recuperación. Queda mucho por hacer, pero la escalera ya luce sus primeros peldaños de futuro.

Tenemos por delante un escenario distinto, pero como decía el sector primario ha logrado anticiparlo. No sólo se ha logrado invertir la destrucción de empleo que acuñaron socialistas y regionalistas, a quienes nunca importó el campo y con los que se pasó de 12.900 ocupados en 2003 a poco más de 6.000 en el segundo trimestre de 2011, sino que ya se ha estabilizado la renta media de las explotaciones mediante el impulso a las ayudas directas, la reducción de las demoras medias en el pago y, cómo no, la batería de medidas impulsadas para ayudar a reforzar el incremento de los precios de la leche, como las campañas contra la venta a pérdida en grandes superficies. Ellos guardaban las denuncias en un cajón. Triste pero real.

Cantabria es la comunidad autónoma en la que más han crecido los precios por litro, de forma que en el mes de enero, según ha certificado el FEGA, ya se ha logrado dejar atrás a comunidades que siempre fueron por delante, como el País Vasco. Si a ello se suma el mantenimiento de los censos de vacuno lechero y la progresión del censo de carne, así como la reducción del coste de los piensos, tenemos que una explotación media, con 250.000 kilos de cuota, estaría ingresando una media de tres millones de pesetas más que hace un año.

Con el PP, el sector primario luce otra cara. Renovada, distinta, mejor. Así nos lo expresa el récord en primeras instalaciones en 2013, casi 10 al mes -el doble que en 2009-, o el hecho de que Cantabria sea la comunidad española con más titulares de explotación con menos de 54 años e incluso la progresiva incorporación de la mujer. Un dato lo dice todo: la gestión del programa LEADER ha permitido ya la puesta en marcha de 151 proyectos promovidos por mujeres en lo que va de legislatura, que comportan una inversión de 13,2 millones de euros. No sólo es fundamental crear empleo, sino también vencer clichés decimonónicos y emponderar a la mujer en el sector y conferirle el rol protagonista que no tuvo en la etapa PRC-PSOE.

Los avances no se agotan ahí.

En Cantabria ha prendido en esta legislatura el espíritu emprendedor en el mundo agroalimentario, con 19 sellos de calidad a los que pronto se sumarán otros cuatro en tiempo récord, como el de la anchoa, que permitirá revalorizar a nuestro bocarte y promover la generación de empleo en el sector conservero al que diferenciamos del resto de la Cornisa. La progresión es espectacular, de forma que este Gobierno tramita actualmente 36 proyectos industriales para 2014 por importe de 27 millones de euros; entre ellos, la consolidación de dos de los buques insignia del sector vacuno lechero, como Iparlat o Agrocantabria.

La excelente negociación de la consejera Blanca Martínez en Conferencia Sectorial, donde supo imponer el interés de las gentes del campo de la región al mayor peso territorial y político de terceros, permite además tener la certeza de que el actual escenario de crecimiento se mantendrá en el nuevo periodo de financiación comunitaria, 2014-2020. Recibiremos 98,8 millones de euros para nuestro desarrollo rural, frente a los poco más de 70 que obtuvo el Gobierno de Revilla y Gorostiaga.

No puedo olvidarme de la pesca. Otro de nuestros sectores tradicionales que percibe cómo por fin se defienden sus derechos históricos en Bruselas y Madrid hasta disponer de una cuota de verdel que hace justicia a su peso en la mar. Las rederas han visto también certificada esa profesionalidad que anteriores gobiernos les negaron, y pronto se empezarán a sentir los réditos de los Grupos de Acción Costeros.

El progreso es evidente, como sucede con el nuevo Plan Forestal.

Sé que la oposición nunca lo admitirá, pero eso no me impide invitarles una vez más a que se sumen al Gobierno en su tarea de consolidar nuestro campo, reforzar su crecimiento y reafirmarlo en una posición competitiva. Aunque prefieran la política de tierra quemada, los hechos les delatan: entre ambos sólo enmendaron un 2% del Presupuesto de la Consejería, de forma que son conscientes de que las políticas del PP son las que necesita el sector. Las suyas, durante 16 años, fracasaron. Gritar en el Parlamento, cerrar los ojos, anclarse en la defensa de un pasado indefendible que nos condujo a un 2011 negro, es una opción, pero desde luego los ciudadanos nos pagan para otra cosa. Nos eligieron para pisar la calle, trabajar, y cambiar las cosas. En eso estamos.

Tribuna de opinión publicada el 31 de marzo de 2014 en El Diario Montañés