Partido Popular en Cantabria

"Gobernar en estos momentos es jodido". Esta frase no la ha pronunciado jamás el presidente de Cantabria Ignacio Diego. Fue el anterior presidente quien la pronunció. Me atrevo a asegurar que Nacho nunca dirá algo ni remotamente parecido. Cuando en mayo de 2011 los cántabros decidieron darle la mayoría absoluta en las urnas para que sacara adelante a una región hundida en la crisis económica, se puso a la espalda una mochila cargada de muchísimos kilos de responsabilidad y, con la tenacidad que le caracteriza, se dispuso a subir la durísima pendiente que tenía por delante.

Por experiencia propia sé lo que supone esforzarse al máximo para tratar de conseguir un objetivo. Supone horas y horas de trabajo, de renunciar a muchas cosas, incluso renunciar a dedicar tiempo a aquellos que te son más próximos. Por eso me identifico con el PRESIDENTE con mayúsculas que la mayoría de los cántabros decidimos que tomara las riendas del Gobierno de Cantabria en momentos, voy a ser fina, muy difíciles para todos.

Algunos podrán pensar y pensarán que si le supone tanto esfuerzo y sacrificio, lo que tiene que hacer es dejarlo y marcharse. Pero esa sería la salida cómoda, la de los cobardes, la de aquellos que han confesado que con la que estaba cayendo les temblaban las piernas la noche electoral de mayo de 2011 por miedo a ser presidente.

Aquellos que son luchadores, aquellos que no se intimidan ante las adversidades, aquellos que hacen frente a los malos momentos y los superan, no conciben la huida como una opción. Y así es Nacho Diego, un luchador y un trabajador que no vuelve la cara cuando vienen mal dadas y que al asumir una responsabilidad lo hace hasta el final, con el convencimiento de que alcanzará los objetivos propuestos y anteponiendo el cumplimiento del deber adquirido a cualquier otra consideración personal.

Por eso me duele que haya quienes reconociendo que "gobernar en estos momentos es jodido", hayan decidido no darle tregua, poniéndole a su esfuerzo todas las trabas posibles, recurriendo a la falsedad y a la manipulación, cuando no al insulto, a la provocación y a la descalificación personal. Lo que deberían hacer es ser coherentes con esa opinión y comportarse de acuerdo con ella.

Cuando alguien está tratando de lograr un objetivo difícil y complejo, alcanzar en definitiva una meta en beneficio de todos, es muy poco noble ponerle obstáculos en el camino. Sobre todo si ese objetivo difícil y complejo es sacar a Cantabria de una profunda crisis. Entonces, además de ser poco noble es una actitud absolutamente reprobable, y resulta mezquino si encima se basa en la falsedad mil veces repetida.

Estos días estamos asistiendo a un capítulo más de esa campaña de acoso y derribo montada por la oposición, acompañada de sindicatos y diversas asociaciones y plataformas, que utilizan la sanidad pública como arma arrojadiza contra un PRESIDENTE que se ha dedicado a defenderla desde el primer minuto de su mandato.

Y en este nuevo capítulo, cuando el PRESIDENTE va a Sierrallana a comprobar cómo se encuentran las obras de un servicio largamente demandado y que la oposición jamás fue capaz de poner en marcha (como es el de urgencias pediátricas) los que están a la contra se dedican a colocar carteles allí donde no deben estar, porque para eso tienen lugares habilitados en los que poder expresar libremente incluso sus falsedades.

Y no se te ocurra retirarlos porque ya sabes lo que viene después: insultos, descalificaciones, circo mediático e incluso ha habido quien se ha arrogado la facultad de decidir que Nacho es mala persona. El mismo, el anterior presidente, que reconoció que "gobernar en estos momentos es jodido", que con un par de narices dijo que la noche electoral le temblaban las piernas por si le volvían a hacer presidente y que había que estar loco para gobernar con la que estaba cayendo, ese rematado cínico, dice que el PRESIDENTE es una mala persona.

Nacho Diego es el PRESIDENTE de todos los cántabros, elegido democráticamente en las urnas por mayoría absoluta, tendrá defectos y virtudes como todo ser humano, pero es merecedor de respeto aunque sólo sea porque gobierna en un momento muy difícil y no le temblaron las piernas cuando accedió al cargo con la que estaba cayendo.

Tribuna de opinión publicada el 11 de mayo de 2014 en El Diario Montañés