No puede ser de otra forma, hay que ser agradecidos cuando los demás reconocen tu trabajo y tus ideas y es lo que quiero destacar con esta tribuna: el mayor reconocimiento del buen trabajo del Gobierno de Cantabria en el tema industrial ha tenido que venir de nuestros vecinos vascos, aunque este reconocimiento viniese precedido del desconcierto que les generó que empresas instaladas tradicionalmente en la comunidad vasca decidieran trasladar parte de su actividad a Cantabria, tras las gestiones que en política industrial está llevando a cabo el Ejecutivo de Ignacio Diego.
Hasta ahora ningún Gobierno de la comunidad autónoma vecina había considerado una amenaza o un riesgo a nuestra región en materia de desarrollo industrial, nunca habían planteado ningún conflicto ni se habían interesado por las actuaciones que en materia industrial se podían desarrollar desde Cantabria hasta que llegó al Gobierno de Ignacio Diego.
La iniciativa de poner en valor el suelo industrial del que se disponía en Cantabria ha sorprendido y, porque no decirlo, asustado a quienes durante muchos años estaban acostumbrados a absorber industrias de nuestra región (cabe recordar la terrible época en la que la terminación de la autovía a Bilbao supuso el abandono paulatino de Cantabria de muchas empresas que solo dejaron en nuestra región delegaciones comerciales).
Esas infraestructuras, hechas a medida de los intereses del País Vasco, junto a políticas ventajistas desde un punto de vista fiscal -estas sí rechazadas por la Unión Europea (UE)- y la influencia de una industria mucho más potente que la que podía estar presente en Cantabria, hacían muy difícil poder competir a nuestra industria en igualdad de condiciones.
Pero los recientes casos de implantación de nuevas empresas, tanto en el Puerto de Santander, con una iniciativa pionera a la hora de impulsar a nuestro puerto y sus instalaciones, o la implantación de la empresa líder mundial en el desarrollo de tuberías de extracción, con un proyecto de alto valor añadido y potente desarrollo de I+D, así como la culminación en 2015 el proyecto de la A-8 Solares-Torrelavega, son motivos de satisfacción para nuestra región y de entendible preocupación para nuestros vecinos.
La culminación de la A-8 entre Solares y Torrelavega actuará como un "péndulo" o una justa compensación al efecto que produjo la autovía a Bilbao en los años noventa, puesto que está generando grandes expectativas en la industria de la cornisa del Cantábrico ante la posición estratégica que adquiere Cantabria en el Norte de España.
Esa posición estratégica de nuestra comunidad ha permitido un desarrollo exponencial del Polígono Tanos-Viérnoles, olvidado durante años por el Gobierno PRC-PSOE, y que está ahora en plena expansión con la instalación de múltiples industrias ante las buenas condiciones planteadas por la Consejería de Industria del Gobierno de Cantabria.
Y es que, precisamente, la gestión de la Consejería de Industria ha permitido también el desbloqueo y la ampliación del Polígono de Vallegón en Castro Urdiales, muy cerca de uno de los polos industriales más potentes de Vizcaya.
Estas actuaciones son las que llevaron a la Diputación de Vizcaya a denunciar ante la UE las iniciativas desarrolladas en Cantabria, con el único fin de paralizar el desarrollo de nuevos proyectos industriales en Cantabria, aunque "paradójicamente" la Diputación de Álava copiaba literalmente las desarrolladas por nuestro Gobierno regional.
Sin duda, la denuncia presentada por la Diputación de Vizcaya ha dado repercusión a los incentivos y actuaciones en política industrial del Gobierno de Cantabria y, no solo no ha supuesto un freno a la instalación de nuevos proyectos, sino que ha resultado ser un acicate para que nuevos grupos y empresas se interesen por acercar sus proyectos en Cantabria.
La ratificación por parte de la UE de que la política industrial de Cantabria "encaja perfectamente" en la normativa comunitaria es el espaldarazo definitivo que nuestra industria necesitaba. Ya no hay dudas ni incertidumbres y todos los proyectos industriales que se acojan a las medidas ofertadas por el Gobierno de Cantabria saben definitivamente que cuentan con el reconocimiento de la UE.
Todo esto, la publicidad ofrecida sobre los incentivos, el respaldo de la UE a los proyectos que quieran instalarse en Cantabria y la solicitud de información de nuevas empresas sobre las condiciones que ofrece el Gobierno de Cantabria, debemos agradecérselo a la Diputación de Vizcaya que, si bien, durante muchos años no nos veía como un rival en el sector industrial, observa ahora con preocupación que las medidas que se están tomando desde Cantabria convierten a nuestra comunidad autónoma en un rival muy a tener en cuenta. ¡Gracias por todo, Diputación de Vizcaya!
Tribuna de opinión publicada el 17 de noviembre de 2014 en El Diario Montañés