Partido Popular en Cantabria

La legislatura que acaba de concluir ha sido, sin duda, especialmente intensa y dinámica. Desde el Partido Popular hemos impulsado reformas que han permitido a España evolucionar desde un escenario adverso y desolador hasta un futuro de esperanza y oportunidades. Gracias a ese programa puesto en marcha por el Gobierno de Mariano Rajoy hemos conseguido darle la vuelta a la situación de quiebra que nos encontramos y evitar el rescate, salvando nuestras pensiones, nuestra sanidad, nuestra educación y nuestros servicios sociales.

El intenso trabajo de estos cuatro años tiene un punto de partida que a algunos no les gusta que recordemos. El Gobierno del PP recibió una situación económica de la máxima gravedad. Se habían destruido más de 3,5 millones de empleos en la última legislatura de Zapatero, nuestra recaudación tributaria sufría una caída de 70.000 millones de euros que ponía en peligro la sostenibilidad de nuestro Estado de Bienestar, teníamos un sector financiero al borde del colapso y cientos de miles de facturas sin pagar por parte de comunidades autónomas y ayuntamientos, poniendo en peligro la viabilidad de miles de empresas. Habíamos perdido la confianza de los inversores en nuestro país, al ocultar el Gobierno socialista un agujero en nuestras cuentas públicas de 30.000 millones de euros que disparó nuestro déficit al 9% y nuestra prima de riesgo a niveles desconocidos.

En noviembre de 2011 el PP recibió la confianza de casi 11 millones de personas con un mandato claro: revertir la peor crisis económica, social e institucional de la historia reciente de nuestro país, volver a la senda de la recuperación económica y detener la destrucción masiva de empleo. Nuestra prioridad era frenar esa sangría y evitar la intervención. Tuvimos confianza en España y en los españoles. Nos pusimos manos a la obra desde el minuto uno, tomando decisiones difíciles, dispuestos a asumir nuestra responsabilidad y nuestro compromiso con los españoles.

Era prioritario poner en orden nuestras cuentas públicas, sanear el sistema financiero y recuperar la confianza en nuestra economía. Detener la destrucción de empleo implicaba abordar una reforma laboral con urgencia y poner en marcha un fondo de pago a proveedores que permitió pagar más de 9 millones de facturas a unos 261.000 proveedores de comunidades autónomas y ayuntamientos. Conseguimos así ralentizar la destrucción de empleo, pero no podíamos cambiar ese lastre de un día para otro.

En 2013 el Gobierno del PP continuó con una segunda generación de reformas, menos urgentes pero muy necesarias para recuperar la competitividad de nuestra economía, acabar con la recesión y sentar unas bases sólidas para crecer. Aprobamos leyes pioneras como la ley de apoyo a los emprendedores, leyes para favorecer la unidad de mercado o la internacionalización de la economía, leyes para controlar la inflación, leyes para hacer más eficientes nuestras empresas. Al mismo tiempo abordamos normas pioneras para garantizar la protección a los ciudadanos. Fuimos los primeros en legislar contra los desahucios, poner freno a las preferentes y límite a las comisiones bancarias.

En términos de empleo, fue fundamental el apoyo a las PYMES y autónomos, tanto con la aplicación de diversas medidas fiscales como con la propia Ley de Emprendedores. La acertada política económica del Gobierno comenzó en 2014 a dar sus frutos y se consiguió acabar con 5 años de recesión, cerrando el año con un crecimiento del PIB del 1,4%. Este relativamente modesto crecimiento económico, a diferencia de lo que sucedía en ciclos anteriores, se trasladó rápidamente a la creación de empleo.

Este año 2015 se ha puesto en marcha una importante reforma fiscal que ha dejado 9.000 millones de euros en los bolsillos de los españoles y que ha supuesto una gran palanca de impulso al crecimiento y a la creación de empleo, incentivando el consumo, el ahorro y la inversión.

El resultado es que todos los españoles, familias y empresas pagarán menos impuestos que con el Gobierno de Zapatero, habiendo recuperado la mitad de la recaudación que se perdió con el Gobierno socialista. Podemos ofrecer a los españoles menos impuestos y más recaudación, fruto de nuestro dinamismo económico y de la creación de empleo. La recaudación tributaria crece al 6% y esto indica que nuestra recuperación económica es muy sólida, aunque algunos se empeñen en negarlo.

Los socialistas siguen empeñados en negar la recuperación, como antes negaron la crisis, pero las cifras son el mejor aval de la gestión del Gobierno de Mariano Rajoy, cifras reales que están llegando a familias y empresas: crece el consumo, las ventas del comercio minorista, la inversión, la confianza del consumidor, aumenta el crédito, las exportaciones baten récords, se incrementan las ventas de vehículos. Pero sobre todo crece el empleo que es la mejor política social. La creación de empleo vuelve a España nuevamente y esto transmite una fundada esperanza a quienes todavía no han encontrado un empleo.

Este es el verdadero balance de estos 1.400 días de legislatura: de la mayor recesión económica al mayor crecimiento de la zona euro y de la mayor destrucción de empleo a la mayor creación de empleo de la zona euro.

De ahí la necesidad de continuar con las reformas y el rigor mantenido hasta ahora. Sólo así podremos crear nuevas oportunidades de empleo para todos, para que nadie se quede fuera de la recuperación, para que la mejoría llegue a todas las familias. Sólo así podremos cumplir el objetivo de volver a tener 20 millones de españoles trabajando al final de la próxima legislatura.