El portavoz de Ganadería del PP, Luis Carlos Albalá, ha tachado de “absoluto fracaso” la Mesa del Lobo constituida por la Consejería de Medio Rural y ha urgido la presentación inmediata de un plan de gestión de la especie que garantice equilibrio entre la conservación de las poblaciones de animales salvajes y los usos tradicionales.
Para Albalá, Medio Rural no puede “echar por tierra” el trabajo realizado durante la pasada legislatura para “solucionar de una vez por todas un problema que se hallaba enquistado. Una vez más, en vez de tomar la iniciativa, se ha optado por entretener a todo el mundo con una Mesa que no es más que un burdo ejercicio de marketing político que ya no contenta a nadie, ni a ganaderos, ni a cazadores, ni a conservacionistas ni a protectoras”.
“El consejero Oria no hizo nada para avanzar en la solución de este problema en su anterior etapa y lleva el mismo camino en ésta”, añadió Albala. “En el caso de este señor, no es ya que se cumpla ese axioma de que segundas partes nunca fueron buenas. Es que es mucho peor”, insistió, al tiempo que recordó el “plante de los ganaderos tudancos a las ferias, la crisis del sector lácteo al desaparecer las cuotas gracias a su voto en Bruselas, el regreso de los vaquicidios por tuberculosis, el impago de ayudas, la demora en la publicación de órdenes o el autismo institucional”.
“El consejero ni va a los consejos consultivos del Ministerio a defender los intereses del sector primario de Cantabria. Ni trabaja ni le importa, y así nos va”, remachó el diputado ‘popular’, que instó a Medio Rural a “tomarse en serio de una vez a los cántabros que se levantan con el sol para mantener vivos nuestros pueblos y pagarles el sueldo y sus dietas. Ya es hora de que este señor respete a la gente que le da de comer”.
La gestión del lobo, recalcó, es un ejemplo más. “El anterior Gobierno se encontró todo por hacer tras 16 años del PRC en la Consejería. Se contrató un seguro que permite ya pagar los daños en tres meses y no en años, como sucedía antaño; se habilitaron ayudas inéditas para subvencionar medidas preventivas para reducir el impacto de los ataques y, lo principal, se hizo un primer censo junto al Ministerio que sirviese de base para redactar un Plan de Gestión de la especie”, recordó Albalá.
“¿Qué ha hecho este Gobierno?”, se preguntó el diputado. “Nada”, se contestó. “Su único bagaje ha sido constituir una Mesa del Lobo que en casi diez meses no ha sido capaz ni de diseñar un plan. Sólo ha servido para gastar dinero, porque Medio Rural ni siquiera ha sabido interpretar los censos que le dejó el PP y ha tenido que contratar a una empresa externa, Consultora de Recursos Naturales SL, y gastar 13.794 euros, para que se lo lea”.
Albalá censuró también que la Mesa haya resuelto que el lobo deje de ser especie cinegética, porque “difícilmente se va a alcanzar ese equilibrio que demandamos entre el lobo y el derecho de nuestros ganaderos a vivir sin sobresaltos sin el concurso de los cazadores, que pueden y deben ser un aliado para la Administración. La población de lobo se ha multiplicado en los últimos decenios y la Administración debe poner freno a ese desequilibrio. Lobo sí, pero ganaderos también”.
El diputado del PP lamentó además que esa “inacción en Cantabria” se haya trasladado al Parque de Picos de Europa, “donde la Presidencia de Cantabria sólo se ha traducido hasta el momento en paralizar la recuperación del Lago de Ándara y en un inexplicable secretismo sobre la gestión del lobo. Cuando el PP presidió el Patronato se constituyó el Grupo Lobo bajo el mando del experto Luis Llaneza y se dieron pasos en la consecución de ese equilibrio entre lobo y ganaderos. Pero Oria gestiona desde el revanchismo y desbarata todo lo que se hizo en el periodo anterior. No soporta que la gente que vive en nuestros pueblos le diga un día sí y otro también que los que estaban antes lo hacían mejor”.
Finalmente, Albalá insistió en la necesidad de que se “apruebe ya” el Plan de Gestión del Lobo “sin miras cortoplacistas” y “un sistema efectivo de evaluación de resultados. Y esa efectividad pasa por impulsar medidas transversales que no se reduzcan sólo a los controles poblacionales, sino también a la recuperación de pastos, el abono ágil de las ayudas, el control de jabalíes y herbívoros, la puesta en marcha de medidas preventivas… Basta ya de maniobras de distracción. Queremos resultados”.